Movimiento

La Vida misma es sinónimo de movimiento. Aún aquello que podemos percibir con nuestros sentidos como “quieto”, guarda en sí mismo, en el interior, un movimiento intrínseco que está dado por la constitución de sus partículas atómicas y subatómicas. El devenir de los acontecimientos, los ciclos de la naturaleza, sus estaciones, los sonidos, las palabras, nuestros pensamientos, el sentir.....todo queda absolutamente transformado por el movimiento de la propia Vida, que Somos y que ES.
En consecuencia, ese movimiento va estableciendo un ritmo propio que cuando entra en sintonía con el Ritmo de la Naturaleza, se produce lo que llamamos Armonía.
Cada Ser posee un ritmo propio, nuestro organismo está constituído por diferentes ritmos, de los cuales la respiración y el corazón son los que más reconocemos, y claramente podemos ver que cuando alguno de ellos se altera el cuerpo manifiesta un desequilibrio al que llamamos enfermedad.
Retornar al equilibrio, entonces, tiene que ver con poner en línea estos ritmos internos y ajustarlos a su vez con el Ritmo de la Naturaleza, de este modo logramos la Armonía.

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